Cuando creamos CreActiva vimos con claridad que algo que nos importa mucho y que creemos real para cualquier ser humano, es la posibilidad de transformar.
Creemos que en especial aquellos adultos que trabajamos con niños, jóvenes y otros adultos, tenemos que tomar esta tarea para colaborar desde una manera sana y en equilibrio con la formación de otros seres humanos.
El profesor tiene la capacidad de cambiar el mundo y esa capacidad estará directamente relacionada con cuánto ama lo que hace, respeta a su ser y está al servicio de quienes se les ha encomendado.
El profesor es un modelo y es un líder natural, y como consecuencia de su felicidad y re-encanto, entrega felicidad en el aula. El que se re-encuentra con su felicidad es capaz de tocar el corazón del otro y transformarlo.
Por qué creemos que esto es tan importante, porque el profesor es una de las personas (después de los padres) que más puede influir en la vida de una persona. En el mejor de los casos, esta influencia será inspiradora y sembrará en el alma infantil o juvenil una semilla que dará un hermoso fruto, un ser humano que cree en sí mismo y que aporte en la construcción de un mundo mejor.
Mostrando a través de sus acciones y palabras, que es posible una sociedad mejor, más justa y donde hay espacio para todos, es que cambiará el mundo.